Desde hace ya varios eses Instacanvas está abierto a cualquier usuario de Instagram que quiera vender sus fotos en el sistema. La idea es que el comprador seleccione una de nuestras fotos para que Instacanvas la transforme en un cuadro, postal, capa, lienzo… varios materiales con el tamaño deseado por el cliente, trabajo que será enviado por correo postal hasta su destino, pagando una parte del lucro al fotógrafo.
El proyecto, que captó mucha atención en los medios en 2012, permite a los usuarios seleccionar y agrupar las fotos que quieren mostrar en su «escaparate», esperando que aquéllos clientes interesados en decorar su casa con el cuadro de una fotografía, se sientan atraídos por alguna de nuestras obras.
La versión web, disponible en instacanv.as muestra las posibilidades del proyecto, existiendo ahora una versión para iPhone que permite seleccionar las fotos, monitorizar las visitas y ver en todo momento el dinero que estamos ganando con las ventas del material.
El marketing lo tenemos que realizar por nuestra cuenta. Podemos tener un magnífico escaparate, pero nadie lo encontrará fácilmente si no hacemos mucha divulgación en redes sociales y «mundo físico».