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Nueva publicidad el gran desafí­o de… ¿las redes sociales o los usuarios?

…De la conversión, la viralidad, el tiempo real… el fondo y la forma, lo local y lo global… grandes desafí­os para ¿quien…?

Mucho se habla de las redes sociales y el peso especí­fico que éstas han tenido en la modificación de los paradigmas históricos referidos especí­ficamente a la publicidad, el marketing y la nueva educación, como trilogí­a indivisible responsable de conformar lo que se conoce como ciclo social.
Mucho se habla del cambio… un cambio que no se puede negar y que, si bien son muchas las corrientes de opinión que sitúan a los social media como responsables, lo cierto es que ahondando un poco más hacia la vertiente antropológica, podrí­amos establecer una duda.
¿El cambio real no se inició con la caí­da en picado de los modelos económicos y los sistemas polí­ticos?
Y si bien es cierto que no nos vamos a centrar en realizar una apologí­a sobre quien fue responsable, si la crisis o las redes sociales, del cambio actual… éste es inevitable y tiene ante sí­ grandes desafí­os cuyo estudio es de obligado cumplimiento si lo que se busca es ser parte activa de éste nuevo modelo donde; compromiso, cumplimiento y equilibrio, parecen garantizar el crecimiento sostenido y eficiente (tanto de las tecnologí­as como de la propia humanidad)
Sociedades cada vez más eficientes
Que la innovación tecnológica no tiene fin es una realidad innegable y que el gran desafí­o de éste nuevo modelo depende intrí­nsecamente de la capacidad que demostremos los seres humanos para mantener un sistema en el que los “grandes pecados capitales” no tienen cabida, sin morir en el intento… también lo es.
Pero… ¿es posible conjugar los dos aspectos y eliminar las brechas que hoy nos separan del éxito que subyace en la nueva publicidad?

Para empezar la publicidad hoy es responsable directa de la influencia, la exposición y lo que ”“antes de Google+ – vení­amos definiendo ambiguamente y sin tener cómo medirlo; reputación online.

– Branding personal y de empresa
– Fidelización y confianza
– Generación de opinión como base de la influencia
– Influencia a través de la presencia y acción social
– Y finalmente… reputación cuantificable y por lo tanto, susceptible de ser modificada con el objeto de lograr la conversión de nuestros seguidores.

Estos son los ejes centrales de la nueva publicidad hoy. No debemos olvidar que cualquier acción en la red, la sola presencia, nos transforma en elementos publicitarios en busca de necesidades que satisfacer.
Este escenario futuro que se nos presenta es realmente un desafí­o; las necesidades para ser “influyente” se centran más en el desarrollo de la innovación, la creatividad, la empatí­a, el compromiso y la confianza, que en contar con la solvencia necesaria para lograrlo todo a golpe de “pago” y… cualquier acción que requiera el “desarrollo global del ser humano” supone un reto mayor que el uso de la tarjeta de crédito.
Es por ello que la conversión, la adopción del nuevo significado de tiempo real y la inclusión de la nueva publicidad social, son los grandes desafí­os que tiene ante sí­ el entramado actual.
Endentemos por conversión, rozar el éxtasis que supone la influencia de verdad, la que se consolida atraí­da por una nueva opinión, contenidos de alta calidad que responden a las necesidades especí­ficas del mercado al que apuntan.
Entendemos por conversión algo que va más allá de la inclusión de los botones de acción social, y con esto no queremos decir que no sean necesarios, sino que; de no lograr la generación de la confianza, de no ser capaces de transformarnos en un referente dentro de lo que “hacemos” no será posible mantener la fidelidad y la naturaleza de “abanderado de la marca” de nuestros seguidores, expuestos también, a una competencia feroz.
Si nos retrotraemos un poco en la historia, podemos recordar que, de igual forma que las “cuñas radiofónicas” o los “faldones en la prensa escrita” no producí­an conversión por si mismos. Con las redes sociales sucede lo mismo; es necesario tomar conciencia del significado de tiempo real para lograr una conversión efectiva por una publicidad eficiente.
Necesitamos tomar conciencia que la clave del éxito de la publicidad está intrí­nsecamente relacionado con la eficiencia de las acciones que hayamos realizado previamente y que nos sitúen en el momento en el que los usuarios tienen acceso a nuestra marca, bien preparados y con la capacidad de modificar nuestra estrategia publicitaria en cualquier momento que detectemos una nueva necesidad.
Las redes sociales tienen su propia lógica, nos  adentramos en un ciclo en el que los sistemas económicos reclamados adquieren la denominación de “sociales” más por su naturaleza equitativa que por una vinculación ideológica, y con los medios sucede lo mismo.
La nueva escala de necesidades hace que los negocios online, las marcas que interactúan en las redes sociales y conviven a diario con las métricas, los brainstorming, las ideas fuentes, los diseños, las inversiones… y en definitiva con todas las variables que hay que tener en cuenta cuando se lanza una campaña publicitaria, saben que en el momento actual, la clave de la publicidad radica en las palabras, palabras que generan contenidos y que por sí­ mismos aportan valor agregado.
Sin evaluar el tiempo real, la lógica de “publicidad social” que se impone desde los mismos medios sociales que han acuñado el término “economí­a social” sin perseguir una conversión que busque la fidelidad y sin tomar conciencia que la clave está en la interacción y que sin ésta, no será posible realizar un ví­nculo eficiente, la publicidad perderá una oportunidad de oro para ser considerada como el nexo de unión con la calidad y la especialización.
Que es lo que nos da la libertad para asociarnos de forma eficiente y aprovechar al máximo las ventajas globales que subyacen en la interacción, el diálogo y la conexión como sinónimos de “conversión por publicidad” en un mundo cambiante y aún confuso.
El gran desafí­o al que se enfrenta ésta nueva publicidad social, está en pensar constantemente en las cifras, las clasificaciones, la viralidad… no es sino a través de la generación de calidad y la constancia en su puesta en escena, que se logra la fidelidad y la conversión de nuestros seguidores, clientes sí­, pero eminentemente colaboradores, sin los cuales la promoción de la marca serí­a mucho más lenta y costosa.
Las redes sociales buscan hacernos especialistas y unirnos en comunidades expertas y segmentadas ya que es sólo así­ que lograremos avanzar… no necesitamos evolucionar…lo que nos ha faltado es desarrollarnos.
800 millones de usuarios activos tiene Facebook, 100 millones tiene Twitter quien- estandarte del tiempo real y ostentando el liderazgo en términos de plataforma social- consolidan con cada tweets las tendencias que se imponen.
Y obviamente, no podemos olvidarnos que Google marca el paso, las directrices y las exigencias de la nueva publicidad; SEO social y nueva clasificación, contenido de alta calidad y nuevas polí­ticas que regulan el fondo y la forma de las relaciones online hoy, logrando con ello que identificar los errores y conocer los procedimientos para ser eficientes, sea realmente sencillo…
Lo complejo, el verdadero desafí­o, no lo tienen los medios sociales, lo tenemos los usuarios que diariamente construimos opinión, tendencias y relaciones sociales… podemos hacerlo bien y aprovechar al máximo las ventajas de la revolución tecnológica ilimitada y constante o…podemos simplemente destinarnos a la procrastinación habitual de la que hemos hecho gala cí­clicamente y caer en los mismos errores del pasado.
El cambio se ha iniciado y desde la red se nos enseña como aceptarlo y llevar a cabo nuestra propia transición… ahí­ está la clave de la nueva publicidad; donde el centro radica hoy en la forma … al fondo solo se llega cuando hemos consolidado la forma ( el ví­nculo, la conversión, la viralidad).

Y vosotros qué opináis… es la nueva publicidad el gran desafí­o y de ser así­, ¿para quien es el desafí­o para los Social Media o… para nosotros?

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