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Guí­a para los redactores de contenidos digitales


Los contenidos digitales… esos grandes olvidados, totalmente infravalorados y sin el reconocimiento de su valor.
Son cada vez más las marcas que, deslumbradas por el crecimiento de los negocios en Internet se lanzan a la aventura del mundo virtual con conceptos grabados a fuego tanto en el consciente, como en el subconsciente.
Así­, hablar de reputación, de marketing online o de SEO, es tan frecuente que, de no ser por el constante dinamismo que subyace en la red, habrí­amos dejado de fijarnos en ellos.
Sin embargo y a pesar de transitar hacia la consolidación de la tercera etapa de Internet, la Web semántica, aún es poca la relevancia que se le da a los contenidos en términos de consecución de los objetivos previstos por las marcas en sus inversiones online.

Si partimos de la base que Internet es contenido, no es posible continuar con al abstracción de la relevancia de la calidad en Internet.


Redes sociales como Quora siguen ganando cuota de mercado apostando por la calidad máxima y por la perfección de lograr con cada respuesta un texto único, pedagógico, ameno e innovador, que aporte respuestas a necesidades y que constituya en sí­ mismo, un ejemplo de la nueva publicidad.
Con demasiada frecuencia aparecen en la red, portales temáticos que centran su modelo de negocio en los cerrados y más ancestrales preceptos del SEO ”“ si es que se permite el término para un concepto de tan reciente creación pero histórico si analizamos el dinamismo y vertiginosidad con la que se ha producido la revolución tecnológica- portales en los que las Key Words son agentes con mayor peso especí­fico que el contenido, portales en los que los enlaces se logran a través de transacciones y no de calidad, en definitiva, portales que no conceden la relevancia que tienen a los contenidos digitales.
Si bien parece que tras la decisión de Google de incluir en su algoritmo variables que permitan la discriminación en el posicionamiento de los portales atendiendo a criterios de calidad, este tipo de portales tienen sus dí­as contados, aún existe mucha confusión en esta profesión que se consolida también como una de las más positivas y especializadas del futuro y sobre la cual existe un alto grado de confusión.
Confusión desde las marcas que consideran éste un í­tem en el que la inversión tiene que se reducida, sin importar la calidad y confusión también para los profesionales que con frecuencia, tienen la idea que escribir contenidos digitales es una labor simple y que no requiere esfuerzo alguno.
En primer lugar debe saber que los textos en Internet son documentos que se elaboran para las personas, esta afirmación puede parecer obvia pero en realidad, es una de las causas de fracaso más frecuente.
Sin ánimo de entrar a debatir sobre las bondades o adversidades del SEO, partimos de la realidad tangible que a mayo calidad del texto, mejor lugar ocupará en la red.

Los textos deben ser redactados para satisfacer las necesidades de las personas, es esencial por lo tanto identificar al público objetivo del portal donde para el que se va a elaborar el texto. Adicionalmente, es esencial identificar el nicho de mercado especí­fico al que apunta la marca y cuales son los objetivos que busca lograr.

Para llegar a las personas debe ser capaz de demostrar que conoce a fondo los temas que aborda, al igual que para lograr el éxito en una buena campaña de marketing online es necesario conocer a fondo las redes sociales y esto sólo se logra con el conocimiento de su funcionamiento y códigos, en la redacción de contenidos en Internet la especialización del redactor es esencial.
El conocimiento de las necesidades que buscan satisfacer sus potenciales clientes y su vinculación con el mercado al que apunta su negocio, logrará mantener el interés de sus visitantes y mejorar su conversión y obviamente la inclusión de los términos y palabras que identifican a su portal corporativo dentro del contexto informativo, ameno y pedagógico del texto, son pilares esenciales del arte de escribir.
Atreverse a innovar, exponer nuevos puntos de vista, interpretaciones y /o aplicaciones y cuidar la pulcritud de los textos para facilitar la lectura, son esenciales para crear contenidos de calidad.
Obviamente, los redactores de contenidos deben contar también con un conocimiento extenso de Internet, deben saber utilizar las herramientas ad-hoc para la identificación de áreas de interés y deben contar con altas dosis de innovación, persistencia y creatividad, que derivarán en la creación de textos únicos de alto nivel de conversión.
Los redactores de contenidos no pueden mantenerse al margen de las nuevas tendencias, es esencial tener muy presente que algún párrafo destacado será el acompañamiento de la promoción en las redes sociales, por lo que hay que resaltar la idea fuente con la que se pretende captar la atención del lector. Pero además, la Web es mucho más que texto, especí­ficamente ahora que el salto a la Web móvil, está obligando a un rediseño de los contenidos.
Abrir los textos a la interacción es esencial, por lo que ví­deos, iconografí­as, invitación a los comentarios y puesta en escena de los mismos en los medios sociales, son esenciales para lograr que los contenidos ejerzan su principal función, compromiso, participación activa y calidad en aumento.

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