Se trata de TaskRabbit, donde los usuarios pueden escribir lo que necesitan (pasear al perro, comprar pan, hacer fotos, escribir textos, etc) y esperar a que alguien se ofrezca voluntario, definiendo las tarifas para el trabajo.
De la misma forma que los sitios de compra colectiva, este tipo de proyectos tienen que estar localizados geográficamente, y no me extrañaría que empezasen a nacer como setas en todas las ciudades conocidas.