Llevaba bastante tiempo oyendo hablar sobre el juego Minecraft, pero hasta hace unos días no me había animado a investigar sobre el tema y la verdad es que lo que he visto me ha sorprendido muy gratamente.
Se trata de un juego 3D, con apariencia retro y gráficos sencillos construidos a base de cubos, que se puede jugar desde el navegador o el escritorio. Lo que ocurre es que bajo esta apariencia «inocente» se esconde mucho más, igual que pasaba con Second Life en sus comienzos. Y es que este título tiene más semejanzas con el metaverso de Linden Labs que con un juego online al uso.
Existen dos modos de juego diferentes, un jugador y online, en los que nos enfrentaremos a inmensos mundos generados aleatoriamente (a base de bloques) que podremos destruir o crear a nuestro antojo, con la peculiaridad de que cada vez que destruyamos un bloque, por ejemplo de madera, obtendremos tablas para construir otro bloque igual, o incluso cuando tengamos varias podremos cambiar su forma para crear: cercas, antorchas, cofres y cosas por el estilo, lo cual multiplica notablemente su capacidad creativa.
De esta manera los usuarios pueden construir cosas tan impresionantes como una réplica a escala real de la nave Enterprise o un sencillo procesador… que funciona y efectúa operaciones básicas. Y es que a pesar de su sencillez los materiales y objetos tienen reacciones bastante realistas, por lo que, por ejemplo, el agua, el fuego y las plantas se comportan como cabría esperar, creciendo o propagándose a través del escenario.
Por si todo esto os parece poco, deciros que no todo es construir, ya que en el juego también hay enemigos ansiosos de terminar con nosotros, por lo que deberemos de crearnos un refugio adecuado (y bien iluminado) antes de que caiga la noche que es cuando los enemigos aprovecharán para atacarnos. Aunque si somos hábiles también podremos bloquearlos tras un muro o incendiar la isla en la que se encuentren… las posibilidades son enormes.
Además, también cuenta con un modo Anaglyph, para que podamos jugar con las clásicas gafas con cristales rojos y azules para verlo en 3D real.
En resumen, Minecraft es un juego independiente de pago (9,95 euros), que podremos jugar gratis vía web, siempre que tengamos Java instalado, y que se encuentra aún en construcción, que tiene una gran cantidad de adeptos en internet, demostrando que a partir de unas reglas sencillas puede aprovecharse la creatividad de los usuarios para crear experiencias jugables espectaculares.
Desde aquí os animo a que probéis su versión gratuita, y compartáis vuestras experiencias con nosotros, porque merece mucho la pena jugarlo por lo menos una vez, aunque tened cuidado que engancha de lo lindo.
Vía | Applesfera , Microsiervos