Muy bonita no es, pero la Voxan Wattman está llenando los titulares de la prensa especializada con una característica impresionante: 431 CV para llegar a 330 km/h de velocidad.
Será, sin duda, la moto eléctrica más rápida del mundo, aunque no podrá conducirse por cualquiera, será Max Biaggi su piloto.
Su dieñno no está hecho para llegar al mercado y sí para bater un récord, el de velocidad en este tipo de vehículos. Su carrecoría carenada disminuirá la resistencia del aire, y por debajo tiene algunas características también pensadas para llegar a los más de 300 km/h, como una suspensión de doble triángulo en lugar de una horquilla para la suspensión delantera.
No tiene frenos delanteros, ni paracaídas, por lo que su destino en la vida será circular por una recta enorme para poder alcanzar los 330 km/h y dormir en el libro Guinness.
Su batería es de 15,9 kWh de capacidad (parecido al de la Harley-Davidson LiveWire eléctrica), y está especialmente construida para descargarse en solo unos minutos, entregándolo todo en poco tiempo. Son 140 kg de batería, con eso se dice todo.
Para eliminar el calor generado se usa hielo seco almacenado dentro del vehículo.
Hasta ahora el récord registrado era de 327 km/h con la Motibec, aunque hace 7 años se llegó a 350 con la moto eléctrica Lightning Motorcycles LS-218 (no se registró oficialmente, por eso no cuenta).
Aunque el primer intento se celebraría ahora en julio, al final se aplazará hasta el próximo año en Bolivia, por lo que con un año de tiempo es posible que aparezcan sorpresas de todo tipo.
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