Philae, después de siete meses a la sombra, sin energía Solar que consiga hacerlo funcionar, ha dado sus primeras señales de vida gracias a que sus placas solares han conseguido capturar algo de luz y obtener 24 Watts para enviar señales a Rosetta durante 85 segundos.
Aunque aún es pronto para saber si podrá continuar con el análisis del cometa 67P/churyumov-gerasimenko, ha enviado 300 paquetes de datos con información sobre la temperatura a la que se encuentra (35 grados bajo cero) y el estado de su batería, aunque hay optimismo en ese sentido, todos creen que será posible recuperar la información que hay dentro de Philae, con datos sobre lo que ha ocurrido en el cometa durante este tiempo.
En la conversación que «mantiene» Philae con Rosetta se puede ver como se aconseja tomarse las cosas con calma:
El aterrizaje de Philae sobre el cometa 67P no fue tan bueno como se esperaba. Rebotó tres veces y acabo parando (no anclado) en una zona sin mucha luz (a la sombra de un acantilado), lo que limitó la cantidad de energía disponible en el dispositivo. Aún así, conseguimos obtener espectaculares imágenes del cometa, aunque esperamos que el flujo de información continúe para que podamos entender mejor tanto al cometa como a su entorno, algo importante para conocer más detalles del Sistema Solar.
Podéis leer más detalles en el anuncio de la ESA