Aunque 10 millones de dólares no es mucho dinero en un mundo en el que estamos acostumbrados a escuchar como se pagan cientos de millones en las compras de aplicaciones, startups y proyectos digitales de todo tipo, es suficiente para reconocer el derecho que Fujifilm tiene sobre sus patentes.
Hace tres años Fuji comunicó que Motorola (por entonces de Google) infringió tres patentes relacionadas con la cámara de los móviles y una relacionada con conexión inalámbrica. Ahora un tribunal de San Francisco le ha dado parcialmente la razón, invalidando tres de ellas y concediendo el derecho de una de las patentes relacionadas con la cámara relacionada con la transformación de imágenes en color a imágenes monocromo.
Tendrá que pagar 10,2 millones de dólares, según indican en Reuters, bastante menos que los 40 pedidos originalmente. Se han cancelado las peticiones relacionadas con patentes de reconocimiento de rostros y con conexión Wireless, reduciendo así mucho el valor.
Motorola ha confirmado que seguirá luchando para invalidar la patente que aún queda pendiente, aunque todo parece indicar que no podrán evitar el pago.
Lo curioso es que Fujifilm, propietaria de dichas patentes, no las haya aprovechado para liderar el mercado de la fotografía digital, algo que muchos esperaban en el pasado.