Dejó de ser CEO (le dejó el puesto a Satya Nadella) y ahora deja el equipo directivo, abandonando así la empresa completamente para dedicarse a gestionar el equipo de baloncesto que ha comprado por 2.000 millones de dólares: Los Angeles Clippers
Lo informa en la web de Microsoft poco después de verse en vídeo cómo su actitud frente a los fans no ha cambiado nada:
Comienza la nota bastante personal:
Al acercarme a la marca de seis meses de mi retiro como CEO, he estado reflexionando sobre mi vida, mi propiedad permanente de las acciones de Microsoft, y mi participación en la empresa. He llegado a algunas conclusiones y quería compartirlas con ustedes. Sé que agosto es el mes clave en el que la empresa comienza a preparar la declaración de representación para la próxima reunión de accionistas, por lo que estos pensamientos son probablemente oportunos para eso también.
Para informar lo que muchos sospechábamos:
[…] me he vuelto muy ocupado […] los Clippers, la contribución cívica, la enseñanza y el estudio toman un montón de tiempo. […] Dada mi confianza y la multitud de nuevos compromisos que estoy tomando ahora, creo que no sería práctico para mí continuar para servir en el equipo directivo, y lo mejor es que salga.
Aún cuenta con una gran cantidad de acciones de la empresa, por lo que seguirá con Microsoft en la sangre (en el bolsillo, mejor dicho), pero aparentemente se acabó la era Ballmer para siempre.