Caso de Estudio: La caí­da de Netflix #infografí­a

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El caso de Netflix, la otrora poderosa plataforma de pelí­culas de alquiler online, fue durante un lapso del breve tiempo de Internet la nueva revelación, el descubrimiento del nuevo gran negocio en Internet.
Apuesta e inversión segura para quienes apostaban su dinero en ella y que prometí­a grandes beneficios; con el valor de sus acciones más que duplicando su valor en un año, añadiendo un 15% más y rompiendo la barrera de los 300 dólares el mí­tico dí­a 13 de julio de 2011…. Netflix lo habí­a conseguido, habí­a dado el campanazo, estaba entre los grandes.
El negocio de Netflix si que sonaba futurista; algo así­ como las voces que promoví­an la emigración a las colonias espaciales en Blade Runner, pero en 2.0 online… “bienvenidos al videoclub del futuro, tenga a solo un click y sin moverse de su sofá o cama todas las pelí­culas que quiera, con calidad DVD y con un streaming perfecto” o si lo prefiere, camine, pero solo hasta el buzón”.
Ese fue el secreto del éxito de Netflix, una plataforma de ví­deo online que nací­a en 1997 y que también ofrece, hasta el dí­a de hoy, de forma combinada y solo para los Estados Unidos, el sistema de alquiler ví­a correo postal, en la actualidad fundamentalmente para copias en formato Blue Ray y paradójicamente en declive frente al espectacular incremento de la demanda por ví­deo online.
El éxito de Netflix estaba en su promesa de venta, por un importe fijo, además barato, podí­as ver todas las pelí­culas y series que quisieras; mientras estuviese en su catálogo, pero ese es otro tema, lo importante es que en cuatro años mantuvo una curva impecable de crecimiento, para desplomarse en tres meses…
Si esto no es un auténtico desplome, pues no se que lo será, ya que en lo que tarda en llegar el otoño y los primeros dí­as frí­os, Netflix ha pasado de ser una compañí­a con un catálogo de 100.000 tí­tulos y casi 26 millones de usuarios en todo el mundo el pasado junio, a haber perdido 800.000 clientes en tres meses y ver como la cotización en bolsa se esfumaba, bajando el valor de su acción, la NFLX en el mercado tecnológico Nasdaq a 84.025 dólares al dí­a de hoy.
¿Qué pasó con Netflix?

Una gran lección nos deja la caí­da de este gigante, de uno de los que juega en ligas mayores, que cometió un grave error en su visión del negocio y, especialmente de las relaciones con los clientes, veamos:
En julio, con Netflix en la cúspide, la compañí­a comenzó a trabajar en un plan para separar sus dos áreas, la de los ví­deos ví­a streaming y las de los enví­os postales, renombrándola Qwistter, lo que se hizo efectivo el 19 de septiembre.
Pero este no fue el único cambio, ya que también se duplicaban las tarifas, por lo que antes los usuarios pagaban mensualmente 9.90 dólares; ahora le costarí­a por separado 7.99 dólares cada uno el streaming y el enví­o postal.
Las redes sociales hirvieron; sobre todo facebook, Twitter, en las que millones de sus usuarios indignados condenaron este cambio, manifestándolo abiertamente y organizándose a través de los social media y con la pérdida de más 800.000 clientes al 24 de octubre.

Netflix cayó en picada, de nada sirvió que su CEO y uno de sus creadores, Reed Hasting, además de ver como su burbuja explotaba, reculara y anunciará públicamente el 10 de octubre que dejaban sin efecto la medida y que las cosas seguí­an como siempre.

Mala gestión comercial, demasiados cambios en muy poco tiempo, no informar a los clientes adecuadamente de los beneficios de este cambio de polí­tica de precios y servicios, no considerar que en el mundo virtual ese tipo de cosas solo se pueden imponer en nichos de demanda inelástica de servicios online, lujo que solo pueden darse los operadores de red, en competencia entre ellos
Pero de todas formas, lo de Netflix era una burbuja, como todas las anteriores, pero no por algo perverso ni maldito; como dice el Profesor Santiago Niño Becerra uno de los profetas del Apocalipsis actual, “las cosas son como son” y el modelo del negocio tecnológico es dinámico, no se detiene en su evolución en tiempo real, la plataforma que hoy es oro, mañana habrá sido superada por otra, lo hemos visto desde los ya lejanos años de la crisis de las punto com, que se repite como patrón a lo largo del tiempo y que nos deja como enseñanza que los que ganan son los que crean y levantan una marca, los que la construyen, para llegar a un punto máximo de éxito, vender por mucho dinero o llegar a cotizar en bolsa… Estirar la goma hasta que pase tu cuarto de hora o tener un I+D formidable para crear tendencias como facebook o Google, si es que tu creación lo permite.
Netflix tení­a sus dí­as contados por múltiples motivos: En primer lugar los grandes estudios cinematográficos, que son los dueños de las pelí­culas habí­an visto el potencial de negocio que significa el alquiler de ví­deos de alta calidad online y han desarrollado su propia red de contenidos de pago que lanzan en conjunto ”“excepto Disney que trabaja en la propia- posiblemente para esta navidad.
La gran ventaja de los estudios cinematográficos, en términos de mercado, es que ofrecen sus productos directamente al consumidor sin tener que pasar por intermediarios como Netflix, lo que permite ofrecer tarifas más bajas y, de paso, anular a la competencia.

También la oferta de videos online es una de las áreas de mayor crecimiento en la red actualmente, lo que sin duda segmenta la demanda y aumenta la competencia en el caso de las pelí­culas y series en Internet; área en la que hay unas cuantas plataformas similares, algunas de ellas propiedad de los operadores de red, que han visto en los contenidos, una nueva área de negocio.

Y, no podemos olvidar el rápido crecimiento que han tenido plataformas que ofrecen un amplio catálogo de pelí­culas y series, en muy buena calidad de imagen y streaming, sin tener que pagar.
No obstante todo lo anterior y sin acritud alguna enhorabuena a Reed Hasting y a Marc Randolph, los dos chicos de California que en 4 años lo consiguieron; convertir una idea en un éxito; aunque sea efí­mero, pero éxito al fin y al cabo.
Para los amantes de los datos duros, os dejo esta infografí­a publicada por Meoble, en la que se grafica la caí­da de Netflix.
 

3 comentarios en “Caso de Estudio: La caí­da de Netflix #infografí­a

  1. Impresionante como se ve en este ejemplo aquí­ no vale lo de crea fama y … no hay que continuar y no dar a los clientes una sola excusa para que te den plantón, hoy los clientes mandan y manda mucho como se puede ver en este artí­culo. Un buen ejemplo para aquello de si las barbas de tu vecino ves cortar… Hoy estoy un poco refranero…

  2. Excelente análisis, uno de los mejores que he leí­do al respecto. Y tienes toda la razón, el hecho de que una empresa no analize los efectos de un cambio en su gestión comercial antes de ser aplicada es la diferencia entre el éxito y el fracaso, actualmente aplicable a casi cualquier compañí­a.Saludos.

  3. Siempre se dice que ser el primero en un mercado es una ventaja casi imposible de superar para la competencia… Bueno, ellos fueron los primeros y parece que igual los van a barrer. Muy bueno el análisis

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